Como cierre de mi residencia en Solyanka State Gallery, presenté una instalación performática participativa basada en los cuentos de hadas rusos. En estas historias, cuando el héroe encontraba una encrucijada tenía tres caminos posibles: hacia la derecha—perdía su caballo; recto—encontraba la felicidad; hacia la izquierda—encontraba lo inesperado. A través de esta obra y con la ayuda de lxs participantes, busqué ir hacia la izquierda y encontrar lo inesperado. Y a través de lo inesperado, encontrarme a mí mismo.
Lxs participantes tenían una primera instrucción afuera, y atravesaban tres juegos de cortinas para encontrarse a solas conmigo en un espacio completamente cerrado. La situación que se desenvolvía adentro entre cada persona y yo era transmitida en vivo hacia afuera por una cámara de video lo-fi que encuadraba solamente la parte izquierda de la acción.
Curaduría: Margarita Osepyan.